Ante un Paraninfo colmado por estudiantes, docentes, funcionarios, decanos, prorrectores y con la presencia de parlamentarios, la Universidad de la República (Udelar) presentó este viernes la solicitud presupuestal para el quinquenio. Se piden 8572 millones de pesos de incremento; la cifra apunta a mejorar las condiciones de estudio y de trabajo en la Udelar y hace énfasis en incrementar el número de becas, eliminar los cupos a carreras de grado y mejorar los salarios. El pedido presupuestal, que fue aprobado por el Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar el 28 de julio y ya fue entregado al Ministerio de Economía y Finanzas, fue defendido unánimemente este viernes por representantes de los órdenes universitarios, los funcionarios no docentes y el rector Roberto Markarian.
«Venimos a defender el pedido presupuestal», expresó Valeria Sánchez, representante del orden estudiantil en el CDC, no solo porque «fue construido en constante debate con los órdenes y sus gremios», sino porque «contempla en gran forma» los reclamos contenidos en la plataforma de lucha de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay. Explicó que la federación reclama «desde lo que falta»: estudiar en condiciones dignas, tener la posibilidad de estudiar lo que cada uno desee, lo que se traduce en un pronunciamiento en contra de carreras y materias con cupos, contar con estructuras docentes y edilicias adecuadas y con carreras estructuradas en turnos. Sánchez también mencionó la necesidad de contar con más y mejores becas, al tiempo que saludó que en el pedido presupuestal se haya incluido la cobertura de becas para el 10% del padrón estudiantil. Se refirió a la conmemoración que se realiza este 14 de agosto, en recuerdo de los estudiantes caídos «defendiendo la educación pública y en particular a nuestra Universidad», y alentó a honrarlos «con la lucha, la movilización y el agite estudiantil».
Rodney Colina, presidente de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República, también recordó a todos los caídos «en la lucha incansable que tenemos que dar en el día a día para mejorar nuestras condiciones laborales, en cuanto a capacidad de estudio y para hacer un país mejor en todos sus ámbitos». Afirmó que nos encontramos en un momento crucial para el desarrollo de la investigación, la innovación, la tecnología y la formación de recursos humanos en todas las áreas de conocimiento a nivel de grado y de posgrado, lo que hace al establecimiento de un presupuesto adecuado para toda la educación terciaria y en especial para la Udelar, por su rol fundamental es ese contexto. Colina lamentó los desarrollos que la Udelar debió postergar en el período anterior, debido a la insuficiencia del presupuesto que le fue asignado, «sin embargo hubo un desarrollo importante en el interior», apuntó, con lo cual la Universidad ha probado que es capaz de «generar nuevos emprendimientos intensos en períodos breves de tiempo». Señaló que es necesario un presupuesto que tienda al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación y el 1% para la investigación, porque entre otras cosas los salarios docente y no docentes se encuentran «ampliamente postergados», y en particular se refirió al planteo de un aumento del salario real docente de 25% para el próximo quinquenio. Además destacó la inclusión de un programa que contempla el financiamiento de becas de grado y de posgrado en el pedido presupuestal.
«Qué lindo es ver a la Universidad unida tras su pedido presupuestal», expresó Alfredo Peña, secretario general de la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (AFFUR). Indicó que el gremio comparte la política de becas planteada por la institución, que se levanten los cupos y que se invierta más en investigación, en extensión y en enseñanza. En cuanto a los aspectos salariales, Peña afirmó «valoramos mucho haber alcanzado con la institución un acuerdo que es nuestra intención que se transforme en un convenio colectivo». Transmitió que la aspiración es fortalecer la carrera funcionarial y que para eso es necesario tener presupuesto, puesto que si bien ha habido concursos de ascenso, muchos cargos no han podido asumir. AFFUR solicita 100% del salario vacacional para docentes y no docentes —Peña mencionó que fue quitado en la dictadura— y poder entregar un «premio retiro» al momento de la jubilación. Respecto al preacuerdo alcanzado, lamentó que «no tenemos ninguna señal del Poder Ejecutivo de cómo se van a financiar esos acuerdos y cómo se va a alcanzar 6% del PIB para la educación». Por eso, Peña llamó a «redoblar el esfuerzo».
Federico Kreimerman, miembro del CDC en representación de orden de egresados detalló que en el último quinquenio la Udelar «había solicitado 3800 millones de pesos pero solo recibió 43%, hay más de 2000 millones de pesos que no están, que no estuvieron en los últimos cinco años, y eso hace parte a que hoy pidamos lo que estamos pidiendo». Hizo énfasis en algunos de los programas que no recibieron el incremento solicitado, entre los que destacó el programa académico —«que es el que en definitiva termina dándole el presupuesto a todos los servicios, a todas las facultades de nuestra universidad»— que «solo recibió 26% en cinco años de lo que la Universidad había pedido. Eso se traduce en todas las carencias que mencionaron, condiciones edilicias, en las condiciones de estudio, en los cupos que tanto quisiéramos , pero detrás de esas situaciones está que para atender estos problemas solo recibimos la cuarta parte de lo que habíamos solicitado». Mencionó que la Udelar había pedido 1300 millones de pesos para salarios pero recibió «menos de la mitad: 600 millones de pesos» y señaló que esa situación, además de provocar la pérdida de poder adquisitivo, reforzó la pérdida constante de docentes y trabajadores calificados. Kreimerman indicó que la institución solo recibió «la cuarta parte» de lo que había pedido en el quinquenio pasado para el ítem «Vida universitaria y bienestar»; dijo que los los 80 millones de pesos solicitados, recibió 20 millones y que eso explica que el número de becas sea «ínfimo para cantidad de estudiantes universitarios».Por último, detalló la situación del Hospital de Clínicas, que había solicitado 422 millones de pesos y recibió solamente 68 millones. El egresado consideró que autoridades públicas y de la educación cuestionan y critican al Hospital de Clínicas y que es «inaceptable que se lo critique públicamente y suelto de cuerpo mientras por atrás le retaceamos gravemente el presupuesto que el hospital necesita para funcionar».
¿En favor de quién se pretende gobernar?
Por último citó al ingeniero José Luis Massera que hace más de 55 años expresó que a la universidad pública se la ataca negándole los aumentos presupuestales necesarios en nombre de «las dificultades económicas del país, a la necesidad de la austeridad y los sacrificios aunque todo el mundo sabe que en el país hay recursos más que abundantes, solo hay que ir a buscarlos donde realmente están». A propósito, Kreimerman señaló que «lamentablemente a pesar del paso del tiempo y del cambio de color» la educación y la Universidad de la República, en particular, «sigue siendo vista y relegada de la misma manera». «La riqueza en el país ha crecido, los números macroeconómicos mejoran y sin embargo la Universidad es obligada casi que a mendigar por su presupuesto y por sus recursos para poder estar a la altura de lo que tiene que estar, que es brindar la educación superior del país», dijo, e insistió en que «hay sectores que se han enriquecido mucho y a los cuales encima se los exonera constantemente de pagar impuestos y con todo eso se nos dice que no hay dinero y que hay que ser cautelosos a la hora de elaborar el presupuesto nacional. Eso nos lleva a preguntarnos ¿cuáles son las prioridades? O más en concreto ¿en favor de quién se pretende gobernar?».
La presentación formal estuvo a cargo del rector Roberto Markarian, quien explicó que las referencias de la propuesta son los anuncios del partido de gobierno en el sentido de alcanzar al final del quinquenio una inversión del 6% del PBI para educación y un 1% para investigación y desarrollo. Los cálculos fueron encomendados al Instituto de Economía (Iecon/FCEA). En el caso del 6% proyectó al 2019 un PBI de 1.616.532 y una participación de la Udelar de 16.17 % -«la cifra más baja que la institución ha gastado en el marco del sistema educativo público nacional»-, lo que representa $ 5.081 millones «para alcanzar dicha meta por nuestra parte». En el caso del 1% del PBI para investigación y desarrollo, alcanzará en 2019 la cifra de $ 16.165 según el Iecon, lo que determina una asignación de 3.491 millones para la Udelar. De este modo la solicitud incremental de la Udelar por gasto en educación más investigación y desarrollo llega a la cifra de $ 8.572 millones. «Incluye al Hospital de Clínicas actual»–explicó el rector-, que recibiría $ 479 millones para retribuciones, gastos e inversiones en equipamiento, y $ 313 para obras de refuncionalización de su planta edilicia.
Markarian señaló que esta propuesta presta «particular atención» a los programas que no fueron atendidos adecuadamente en el período pasado. En el quinquenio 2010-2014 se contemplaron rubros para el desarrollo en el interior y la obra edilicia pero otros recibieron incremento cero. «Solicitudes que hicimos con igual seriedad, no fueron atendidas ni por el Poder Ejecutivo ni por el Parlamento». En el período 2005-2009 el incremento real fue de 70% -56% para salarios-, mientras que en el quinquenio 2010- 2014 el aumento fue de menos de 30% y para los salarios menor al 10%. La actual propuesta busca priorizar el incremento salarial para el quinquenio de los funcionarios docentes y no docentes, el desarrollo de las carreras docente y no docente y sus respectivas reestructuras, y las becas de grado y de postgrado.
Tiene seis proyectos transversales. El primero es la adecuación salarial, incluye el convenio colectivo con los funcionarios no docentes y representa $ 3.523 millones (41,1 %). El segundo tiene que ver con el mejoramiento de la calidad académica y las condiciones laborales y requiere de $ 1.008 millones (11,8 %). Incluye «la mejora de la calidad del personal actual y los ascensos, concursos docentes y no docentes, lo que resulte de la elaboración del nuevo estatuto del personal docente, y las políticas de crecimiento de grados», explicó el rector.
El tercero refiere al mejoramiento de infraestructura para el estudio y el trabajo y exige $ 1.037 millones (12,1). El cuarto tiene que ver con el fomento de la investigación y el fortalecimiento de postgrados, requiere $ 1.020 millones (11,9 %) e incluye la necesidad de un número significativo de becas de especialización para docentes de grado bajo, que no solo les permita obtener un ingreso más digno sino también una mejora notoria en su nivel de formación. El quinto busca el acceso democrático a la enseñanza superior de calidad, demanda $ 1.049 millones (12,2 %), y comprende la liberación del acceso a carreras con cupos, «cifras muy importantes para la mejora de la relación docente-estudiantil, y la política de becas». El sexto tiene que ver con el fortalecimiento y la calidad de la gestión y el desarrollo institucional. Requiere $ 937 millones (10,9 %) e incluye «la infraestructura informática y el software para la mejor gestión, y la consolidación de los sistemas de planeamiento estratégico, evaluación e información».
Siete objetivos estratégicos
El rector informó que el pedido presupuestal escalona la solicitud incremental: 15% en 2016 y en 2017, 18% en 2018, y 19% en 2019. Los dos primeros años para un «incremento salarial y un aumento importante en los rubros inversiones y de gastos de funcionamiento que están particularmente mal», y en los dos últimos para «la política de becas estudiantiles que tendrán un incremento grande».
El Plan para el quinquenio se desarrollará en torno a siete objetivos estratégicos discutidos y consensuados en los distintos colectivos universitarios y aprobados por el Consejo Directivo Central. El primero busca responder a la demanda creciente en educación superior en todo el país promoviendo la equidad social y geográfica, incrementar los cursos de formación permanente y de postgrado, y consolidar carreras universitarias regionales en el interior del país. En este punto el rector recordó la actual oferta académica de la Udelar: cerca de 100 carreras de grado, 44 carreras universitarias no terciarias -algunas en colaboración con UTU-, títulos intermedios y 259 de postgrado, lo que totaliza 413. Además hay 761 cursos de educación permanente. Markarian anunció que uno de ellos, impartido para productores familiares ganaderos de Aiguá y Reboledo (Florida) por la Facultad de Agronomía y la Comisión de Educación Permanente en convenio con el INEFOP, obtuvo el premio de la Red de Educación Permanente de América Latina y Europa (RECLA), sobre mejores prácticas en Educación Continua. También indicó que de 2000 a 2014 el ingreso estudiantil pasó de 14.895 a 22.000 lo que representa un aumento de casi un 48%.
El segundo objetivo estratégico impulsa la investigación científica, tecnológica y artística y toda forma de actividad creativa, y apoyar a grupos de investigación. Al respecto el rector recordó que el 10% de los docentes actuales trabajan en régimen de «dedicación total», y que el año pasado hubo 1.038 egresos de postgrado de los cuales unos 400 corresponden a las especializaciones de la Facultad de Medicina, «el sector más consolidado de toda la Universidad». Markarian dijo también que existen 53 Polos de Desarrollo Universitario (PDU) instalados en el interior del país, y que según el índice Scopus entre 2004 y 2014 la producción de conocimiento en el país se duplicó, siendo promedialmente el 76% publicaciones de la Udelar.
Respecto del tercer objetivo -promover el relacionamiento con la sociedad y sus organizaciones, y participar en instancias de elaboración de soluciones a problemas sociales, productivos, culturales, medioambientales, etc.-, Markarian informó que de 2002 a 2014 los convenios con instituciones nacionales e internacionales trepó de 100 a más de 300. El cuarto objetivo es impulsar procesos de mejora en la gestión capaces de sustentar eficientemente las transformaciones de la institución. «Tenemos dificultades –reconoció-, las cosas no han resultado todo lo exitosas que se querría, y debemos invertir dinero y fuerte para que avancen bien». No obstante, destacó que la Udelar «no tiene déficit –cuando tenemos nos esforzamos por cubrirlos-, pero ejecutamos todo. Lo que nos dan, se gasta».
Una de las principales acciones del quinto objetivo estratégico -«mejorar los procesos y las condiciones de estudio y trabajo, a través de programas de bienestar universitario»-, es la política de becas. «Queremos prácticamente duplicar el número de becas y aumentar su monto», reiteró Markarian. «En combinación con el Fondo de Solidaridad, el proyecto pretende cubrir los dos quintiles de la población estudiantil con menores ingresos».
El sexto objetivo es «contribuir a la calidad de la atención a la salud de la población mediante la mejora en la calidad de la formación de los recursos humanos y de las actividades del Área de la Salud de la Udelar, y promover el desarrollo del Hospital de Clínicas como un hospital universitario de referencia nacional». El pedido incluye U$S 11 millones para iniciar las obras: «dos plantas básicas para mejorar la asistencia». El rector recordó que la recuperación de todo el edificio -13 o 14 pisos-, de acuerdo a «un plan maestro que tenemos», se evalúa en U$S 100 millones. Sobre el séptimo objetivo -«contribuir a la construcción de un auténtico sistema de enseñanza terciaria pública, y colaborar en la formación de docentes»-, Markarian informó que hay «buenas discusiones con Formación Docente, UTEC y UTU», aunque reconoció que «no son sencillas». En este punto los recursos que se solicitan son «para invertir conjuntamente en emprendimientos como el espacio común del sistema educativo público en Rivera. Hace pocos meses presentamos nuestros planos», dijo.
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