Colectiva, experiencial y libre, la estadía de Yazmín Dzoara en Facultad de Artes

La docente de la Licenciatura en Artes Visuales del Instituto Cultura de Aguascalientes (Uartes/ICA) de México, Yazmín Dzoara Núñez Alcazar tuvo un pasaje tan fugaz como intenso por la Facultad de Artes. En el marco del convenio firmado para el intercambio académico (clic aquí), Dzoara brindó el taller intensivo "Dispositivos gráficos como herramienta de educación y producción artística”, una clase abierta donde presentó su obra y línea de investigación artística. Y montó una muestra con obras de docentes, estudiantes y egresados del ICA con el propósito de entablar un diálogo con Uruguay. Con esa excusa conversamos con la artista mexicana.

 

Imagen de Yazmín Dzoara junto a la muestra en la sala Miguel Ángel Pareja, a la derecha texto sobreimpreso: Intercambio académico con UArtes de México. Colectiva, experiencial y libre, la estadía de Yazmín Dzoara en Facultad de Artes

 

Su estadía ocurrió la primera semana de noviembre de 2022 y durante esos días la sala Miguel Ángel Pareja del local de Facultad de Artes, ubicado en la calle Martí se vistió de calcografías, litografías, serigrafías, obras de técnicas directas e indirectas traídas especialmente desde México. La muestra tuvo como consigna ser una especie de correspondencia abierta, para “externar un poco el quehacer artístico, para establecer el intercambio entre México y Uruguay” contó Yazmín.

La exposición también contó con obras de diversas versiones de "Catrinas" realizadas por niñas y niños mexicanos durante el intercambio del docente de Artes Gráficas Sergio González. La muestra permitió así la diversidad de temas y técnicas y “ver diferentes formas de solución a la hora de hablar varios temas”. Yazmín se mostró profundamente agradecida por su experiencia en Uruguay e invitó a que se sigan haciendo este tipos de intercambios “porque enriquece a ambas partes, este choque de ideas genera cambios positivos” dijo con su talante tranquilo, renovador y dialogante.

Yazmín Dzoara en sala Miguel Ángel Pareja mostrando obras

 

¿Qué podés destacar de esta experiencia de intercambio?

Ha sido muy rica la experiencia porque las formas de enseñar, todo lo que es la pedagogía se lleva diferente de uno a otro lado, entonces para mí es muy enriquecedor saber cómo es que se dan todas estas materias artísticas aquí. Me invitaron a conocer una clase de primer año, entonces me di cuenta de muchas cosas que a lo mejor allá no se tienen y que a lo mejor son diferentes. La forma en que hacen acá gráfica me parece importante. Conocí la Facultad (tanto en Martí como en 18 de Julio), creo que tienen bastante similitud en algunos aspectos en cuanto a la necesidad que tienen los estudiantes, en cuanto a la formación que les dan los docentes a los estudiantes, creo que tiene una meta común, como enaltecer la producción pero desde la formación humana. Es decir, hacerlos ver tanto su potencial como explotarlo.

 

¿Y cuáles serían las diferencias con Aguascalientes?

Sobre todo en el inicio, con esta clase de 1° año, me di cuenta que acá es mucho más experiencial. Como esta entrada al mundo artístico bajo estos lineamientos de lo que ya se sabe anteriormente, sino que le dan estas pautas a los alumnos para que ellos puedan identificarse con el color, con el diseño, con la línea. Allá es más como un tronco común en el que se les da como toda esta base en la que pueden ver qué está establecido, como por así decirlo. Después que están en grados más avanzados es cuando empiezan a verlo como en este deconstruir, porque para ellos no es funcional y [comienzan a] construir lo que para ellos va a ser parte de su proceso creativo.

 

Es interesante pensar el después de esta experiencia, ¿creés que se va a producir una especie de síntesis en vos o cómo te imaginás al volver a tus clases?

Yo pienso que voy a llegar con mucha fuerza colectiva porque aquí se da mucho esta unión y creo que allá de esa manera me gustaría replantear algunas cuestiones en la forma en la que yo enseño. Me gustaría armar proyectos que formen mucha más comunidad dentro del área, no únicamente dentro de Gráfica, sino en todos los que están alrededor. Y que tanto esos planteamientos no se queden únicamente en la institución, sino que también vayan saliendo al exterior, a comunidades. A integrar toda esa parte de lo que puede prender la Universidad.

Te referiste a trabajar más en colectivo y en comunidad, a la formación desde la experiencia de las propias personas, ¿qué otros rasgos podrías destacar de la educación artística en Facultad de Artes?

Para mí es mucho la libertad que tienen, tanto este sistema que no tiene numeración en sus calificaciones, como tener una comunidad muy rica porque encontré a estudiantes de México, estudiantes de Japón, estudiantes de muchos lados. Es una comunidad muy rica y creo que eso facilita muchas de las actividades y cuestiones académicas que suceden acá. El que puedan haber prácticas entre estos talleres de cerámica, escultura, creo también fundamental para un intercambio de ideas mucho más allá de una sola disciplina.

 

¿Porque allí están más limitados esos vasos comunicantes con otras disciplinas artísticas?

Falta quizás que haya más interdisciplina, por ejemplo aquí con los de diseño o de otras áreas. Porque allá la Universidad lo que tiene es que es exclusivamente a las artes plásticas, las artes visuales, entonces está ahí cerca la Licenciatura en Teatro, Danza Clásica, en Danza Contemporánea, lo que es la Música. Y ahí en más hace falta el toque con otras carreras. Y está la Universidad Autónoma que sí tiene contacto, quizás hace falta establecer más esas condiciones y puentes para lograr algo más como este empate entre carreras.

 

¿En qué áreas o disciplinas creés que hay oportunidades para profundizar el intercambio académico entre el ICA y Facultad de Artes?

El Área de Gráfica creo que es una buena área de oportunidad, pero también vi mucho de lo que es el taller de cerámica, bueno aquí es Volumen y Cerámica. Allá es Escultura y hay muchas cuestiones en las que se puede enriquecer una parte y otra porque la manera de hacer escultura es diferente. Y también el área que se va vinculando entre el área de Cerámica y Gráfica es enriquecedora. De aquel lado todo lo que tiene que ver con lo gráfico, la técnica de la litografía puede ser un buen intercambio. El crear talleres de creación de papel, o de ediciones particulares como encuadernación es como que se puede traer de allí para aquí.

 

Yazmín Dzoara frente a obras de niños y niñas mexicanos

 

¿Cómo fue la experiencia de impartir la clase abierta y el taller intensivo?

El taller intensivo fue a partir del lunes, yo llegué el lunes y a darle. Lo que se dio fue muy agradable, porque yo pensé que iba a llegar a un lugar donde obtener una respuesta un poquito más cerrada. Pero realmente [fueron] muy abiertos a todas las posibilidades, a interactuar, a comentar, a formar algo a partir de las nociones que yo traje. Y el taller se desarrolló de lunes a miércoles y el viernes tuvimos el cierre, el cierre fue muy bonito porque fue una experiencia en la que hicimos un performance a partir de la noción del propio peso del cuerpo estampamos en unas plantillas hechas con madera, entonces estas maderas están a la forma del pie y tienen que ver con estas necesidades que están viviendo toda la comunidad universitaria por este recorte presupuestal. Entonces grabaron esas plantas de pies y la idea es hacer una performance cuando se pongan los afiches en el callejón de los mártires [estudiantiles, al costado de la Universidad de la República]. Entonces hicimos ese primer ensayo el viernes y realmente se sintió esta energía en donde el compartir eso, el crear algo a partir de unas nociones muy básicas te puede llevar a otra instancia.

Y la clase magistral o lo que fue una charla, se llevó a cabo en 18 de Julio. Fue una respuesta bastante favorable, hablé acerca de la gestión emocional junto con la creación artística y hubo esta respuesta en la que estos temas son difíciles pero se tienen que tratar y se tienen que hablar. Y como toda esta parte de la gestión emocional se va vinculando con cómo creamos o desde dónde partimos para crear algo. Y cómo eso no tiene que llevarnos a un abismo, sino que nos tiene que llevar a otro lugar. Ahí me gustó mucho que la participación llevó el discurso de la gestión artística también hacia lo comunitario. De cómo llevar todas estas herramientas a partir de la creación a compartir y esto se me hace muy importante, porque es no quedarse únicamente en la investigación que está como encerrada, sino que se puede empezar a abrir, se puede ir permeando y se puede ir obteniendo otro tipo de respuesta.

 

Y allí presentaste tu obra e investigación ¿podrías explicar de qué trata esta línea de investigación?

En un primer momento estaba investigando lo que me ocurría a mí. Yo veía algunas cuestiones dentro de mi obra que al principio yo no me daba cuenta porque eran inconscientes entonces cuando me lo hicieron notar personas externas empecé a notar que había algo que se transmitía de forma involuntaria en la obra. Entonces empecé a investigar y encontré algunos términos que se encontraban en la psicología, de cómo es que dejamos nuestras pulsiones por ahí salir. Estuve investigando durante un tiempo e hice un proyecto con los alumnos de Licenciatura, que les encargaba realizar un proyecto, un boceto, una serie de dibujos que tuvieran que ver con una noticia reciente. A partir de esa noticia que ellos podían elegir con total libertad hicieran los dibujos. Entonces me llamó mucho la atención porque el 90% de toda ese grupo escogió algo relacionado a la violencia y la forma en que lo llevaban al dibujo, a esa interpretación también era algo fuerte. Entonces hice una serie de entrevistas para ir cuestionando por qué realizaban o por qué les había llamado la atención. Bueno este bombardeo contínuo de información que tiene que ver con desaparecidos, secuestros, femicidios… La más leve que encontré era que habían chocado con un carrito callejero de comida. Después hice un ensayo a partir de esas nociones en las que veía que la obra artística podía ser esta salida a cuestiones que nos acontecen. Porque obviamente a la hora que suceden estas cuestiones que están en nuestro contexto, tenemos que asimilarlas a partir de algo, las gestionamos por así decirlo. La forma de hacerlo para estos estudiantes del área de artes plásticas era abordarlo de una manera que pudieran entenderlo.

Para mí el poderlo digerir y transmitir tiene que ver con algo que hay que repetir en el cuerpo. Es decir, no podemos hacerlo únicamente a partir de verlo y llevarlo hacia otro lado, para entenderlo tenemos que integrarlo a nosotros, asimilarlo, saber que está sucediendo, por qué nos afecta, por qué no nos afecta. Aunque sea este proceso inconsciente y de ahí llevarlo a otra instancia. Y esto de llevarlo del contexto violento a nosotros y externalizarlo tiene que ser un pasaje fluido sino se atora, se queda por ahí y empieza a provocar cuestiones negativas. Entonces, este ensayo se hizo un cierre con los alumnos que quizás quedaron un poco más afectados con la noticia que eligieron porque muchas veces eran cuestiones que sentían más cercanas a ellos.

Posteriormente se está instaurando el programa de tutorías que dará acompañamiento a un grupo que inicia su carrera hasta que termina y mayormente este acompañamiento tiene que ver con lo administrativo, pero también se ha visto casos en los que se necesita otra tipo de ayuda, en la que a veces es individual y a veces es parte del grupo. Esta primera parte de la obra puede ser el parteaguas para un diálogo colectivo que es importantísimo para gestionar este tipo de emociones. A veces pueden estar ahí latentes y no sabemos realmente que están ahí. El poder plantearlo en una obra de forma explícita, ayuda a que otros identifiquen con esa obra y que puedan ir externando y abrirse.

 

Imagen de obras tipo "Catrinas" realizadas por niños mexicanos

 

Noticia relacionada:

"Intercambio generoso y recíproco", la experiencia del docente Ariel Sánchez en el marco del intercambio académico con Uartes/ICA Clic aquí

 

Categoría: 
Noticias