Tanto para sonidos simples como complejos armónicos, la relación de frecuencias 2:1 presenta el mayor grado de consonancia después de la relación 1:1 (unísono).
En el sistema de alturas de la música occidental, esa relación se llama octava. Este concepto se generaliza a intervalos de dos o más octavas, es decir a relaciones 4:1, 8:1, 16:1, etcétera.