Si el tímpano transmitiera las vibraciones del aire directamente al interior de la cóclea, la mayor parte de la energía se reflejaría, por la diferencia de impedancias. La atenuación sería de aproximadamente 30 dB.
Los huesecillos realizan la adaptación del medios, aplicando dos principios:
La compensación es de unos 20 a 25 dB, y es más efectiva en el entorno de 1 kHz.