La altura es la respuesta subjetiva a la frecuencia del sonido. En condiciones especiales, pueden incidir en menor medida otros parámetros, como la intensidad o la duración.
El oído tiene la capacidad de percibir patrones periódicos o aproximadamente periódicos en una señal sonora, así como la de descomponer una señal compleja en sus componentes de frecuencia, respondiendo con la sensación que denominamos altura.