Cuando una onda encuentra un obstáculo, en los bordes ocurre una dispersión en distintas direcciones. Este fenómeno se llama difracción, y puede permitir que se eludan obstáculos en la propagación.
El patrón de propagación resultante dependerá de la forma del obstáculo, y de la relación entre sus dimensiones y la longitud de la onda.
En los medios reales, la difracción interactúa con la reflexión, resultando en complejos patrones de interferencia.