Todos los sistemas musicales tradicionales definen escalas con un número limitado de alturas discretas. Esto responde a una necesidad de acotar la cantidad de información a ser procesada. Escalas de entre 5 y 7 notas por octava son muy comunes en muchas culturas.
El criterio que determina la conformación de las escalas en muchos sistemas —incluida la música de tradición europea— es el de buscar las relaciones más consonantes entre sus alturas. Como no es posible lograr a la vez el máximo de consonancia entre todas las notas, se trata de buscar la mejor solución de compromiso.