Hans-Ulrich Werner
DISEÑO ACÚSTICO - DISEÑO SONORO
El compositor canadiense R. Murray Schafer usó los términos paisaje sonoro ("soundscape") y ecología acústica para describir críticamente nuestro medio ambiente como un campo humano-ecológico ubicado entre "el sonido y el ruido". A partir de allí desarrolló la idea de una disciplina futurista, con claras influencias de la bauhaus, el diseño acústico. Su idea era juntar compositores contemporáneos con arquitectos, diseñadores de productos e ingenieros a fin de desarrollar sonidos para los innumerables objetos de nuestra vida cotidiana.
Dichos sonidos debían ser funcionalmente diferenciados, estéticamente originales, aceptables socialmente y, especialmente, orientados hacia el usuario. En lugar del caos ensordecedor de la ciudad, sirenas informativas. En lugar de la señal telefónica estereotipada, un crescendo musical en el cual cada uno pudiera controlar sonido, ritmo y envolvente.
No obstante, su diseño más importante refiere a las costumbres auditivas mismas. La "escuela de la audición" de Schafer tiene por objetivo entrenar la percepción auditiva y se conecta con otras cuestiones aún abiertas de la ecología de la percepción. ¿Cómo enfrentar un medio ambiente conformado por "sonidos y ruido", que o bien no está para nada estructurado, o bien está sobreestructurado, "sobreestilizado" y "sobrevestido" desde un punto de vista comercial, mientras que el espacio público se hunde en un ruido coloreado de desechos sonoros? ¿Y qué es exactamente lo que diferencia el desecho acústico del diseño comunicativo?
En los últimos años, y aún sin la ayuda de los compositores contemporáneos, el "sonido de las cosas", la dimensión audible de los aparatos domésticos, autos y juguetes electrónicos, ha cobrado un mayor grado de conciencia entre la gente, aún cuando a menudo esto haya sucedido luego de concluidas las otras fases de estructuración.
"Primero el diseño, luego el sonido", bromean los diseñadores interdisciplianrios, manifestando un planteo crítico al dominio visual de los sentidos en el proceso de proyecto. Al menos es un comienzo.
Hay también planificadores urbanos y arquitectos que usan el oído para planificar los espacios sonoros, nuevas plazas o la señalización de una línea de subterráneos. El economista y diseñador de audio Axel Rudolph de Colonia (Alemania) estructura casas de ahorro, ferias, hoteles y museos priorizando la comunicación auditiva. El atelier sonoro de Basilea Corporate Sound pone en escena empresas, productos y el mundo del trabajo como si fuera un programa de arte radiofónico o la banda sonora de una película.
Dónde más claramente se pueden encontrar innovaciones es en el campo audiovisual, desde la pantalla para la audición ("auditory display") para monitores de computadora, donde los objetos simbólicos contienen sonidos reales o sucesiones tonales de varias dimensiones, hasta el diseño de partituras sonoras para el cine dirigido al gran público o las series televisivas, pero también en el arte radiofónico o el arte acústico.
Desde la obra pionera Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola la estructuración sonora consciente es una parte inevitable de películas de acción o de grandes narraciones fílmicas, como El paciente inglés, por el cual el editor y director de sonido Walter Murch recibiera dos premios Oscar.
El diseñador sonoro suspende, por un momento, la división del trabajo de los procesos industriales tal como se la lleva a cabo mayoritariamente en Hollywood. En el caso ideal, que por cierto es bastante raro, el director de sonido es responsable de toda la experiencia sonora: desde el montaje de los ruidos para construir densas metáforas acústicas, hasta la mezcla del sonido espacial para el "surround" del cine moderno. Avanzados diseñadores de audio y "misioneros" como el renombrado Randy Thom (Forrest Gump, Contact) alcanzan mayores niveles de influencia sobre la conjunción narrativa de todos los niveles y medios de estructuración de una película.
El sonido se convierte entonces, a veces, como en la clásica Blade Runner, en una historia y un actor invisibles, que no solo fascinan a los cinéfilos, sino que influyen también sobre el pensamiento de los investigadores urbanos acerca de nuestro medio ambiente futuro. La estructuración sonora genera entonces un nuevo paisaje sonoro, mucho antes de que ingrese a la realidad.
Bibliografía
ELECTRÓNICA MUSICAL - HERRAMIENTAS DIGITALES PARA EL SONIDO
Puede interpretarse el desarrollo musical del siglo 20 como la emancipación del sonido, que abarca desde la composición en un campo sin solución de continuidad entre música, habla, ruido y silencio, hasta la estructuración microscópica del sonido. Con ello, el perfil del compositor se ha ampliado del de armonizador [N. del T.: "Tonsetzer", en alemán] e instrumentador para voz y orquesta al de artista sonoro electroacústico. Al mismo tiempo el autodidacta creativo ha visto cómo su campo de trabajo se ha ampliado al pop, rap, tecno, la publicidad y los multimedios, hasta la composición audiovisual. La música de nuestros días - en tanto "audio virtual" entre la música mediática, herramientas digitales y ciberespacio- tiene a disposición innumerables mundos sonoros y métodos para el procesamiento del sonido.
La "tonalidad electrónica" se inscribe en una larga tradición. Uno de los tempranos instrumentos electrónicos, el trautonio, musicalizó de manera genial la película de Hitchcock Los pájaros. Muchos músicos, como John Cage en su música para cinta, reseñan en su biografía sonora una fase intensiva de experimentación con los nuevos medios de su tiempo. A partir de los proyectos pioneros de Stockhausen en el Estudio de Música Electrónica de la Radio del Oeste de Alemania (WDR) en Colonia en los años 50, ese lugar se convirtió en un laboratorio del reconocimiento sonoro, un microscopio de la síntesis sonora y de la difusión espacial. Hoy los equipos de software de la informática musical producen programas mucho más complejos, pero mucho más accesibles a nivel mundial, que llegan incluso a la fábrica de bolsillo de los compositores independientes y posibilitan la realización de obras complejas, incluída la masterización perfecta.
En el instrumental se pueden diferenciar una media docena de capas, que están interconectadas entre sí sobre la base del MIDI (Musical Instruments Digital Interface), código de tiempo y numerosos algoritmos de computadora. Los sintetizadores digitales generan sonidos artificiales. Los muestreadores [N. del T.: "samplers" en el original] son máquinas multifónicas de reproducción, almacenadores de sonido y procesadores para la transformación sonora, cuya aplicación sólo está limitada por la fantasía del usuario. Con el secuenciador de software, una línea temporal de alta resolución y ampliable a través de estructuras interactivas entre el músico y el programador, pueden fijarse todos los acontecimientos planificados, pero también improvisaciones, en una partitura fluyente. Los "plug-ins" de software, dispositivos de efectos desarrollados permanentemente de manera industrial, controlan el comportamiento temporal, nivel, timbre y la distribución espacial del material acústico. Todas las capas de la producción electroacústica están comprendidas en la estación digital de trabajo de audio. Se trata de un estudio dentro del estudio, en el cual a partir de diferentes programas puede cargarse desde la materia prima -a partir de numerosos discos compactos con muestras sonoras digitalizadas en todos los estilos imaginables-, hasta el sonido espacial "surround" perfecto. Los fundamentos de la concepción de una metaestación de trabajo a través de la red informática, en la cual se puedan encontrar material, software, socios e interacciones, son ya una realidad.
PAISAJES SONOROS - ECOLOGÍA ACÚSTICA Y PAISAJES AUDIBLES
El Proyecto Paisaje Sonoro Mundial generado en torno al compositor, educador musical e investigador R. Murray Schafer, fue el punto de partida en el Vancouver de los años setenta para lo que entre tanto se ha convertido en una red mundial de investigadores y artistas que se unieron en torno al Foro Mundial de Ecología Acústica (WFAE). El primer estudio de ecología sonora de Schafer describió el "horizonte audible" y la historía acústica de Vancouver, el medio ambiente cotidiano y musical, los sonidos de la naturaleza, los recuerdos sonoros. Los silbatos de los ferrocarriles canadienses con sus ritmos y acordes se constituyen en rasgos sonoros, componentes inconfundibles de la identidad acústica del lugar y, al mismo tiempo, un documento ecológico del pasado de la ciudad. Desde la Universidad Simon Fraser, en donde existen hasta hoy el Archivo de Paisajes Sonoros y los cursos en Comunicación Acústica, el proyecto pionero se extendió alrededor de R. Murray Schafer especialmente hacia Europa y Japón. La pedagogía musical y sonora, los medios y una sociología cotidiana, arquitectura y urbanismo, geografía humana, etnología y bioacústica, fueron abordados por la ecología acústica, los que a su vez la modificaron con el objeto de su estudio.
The Tuning of the World ("La Afinación del Mundo") de 1977, fue el libro más importante de R. Murray Schafer que estudió el mundo como una "composición sonora y un paisaje sonoro". Fue el libro de culto de un artista del Renacimiento que compone, dibuja y escribe, y que, como un Thoreau moderno, vive en la naturaleza e investiga muchas culturas mundiales. El autor se refiere a su trabajo compositivo con el término amplio de "Teatro de la Confluencia". El concepto del paisaje sonoro es un motivo central en su biografía sonora.
Desde un principio, y hasta ahora, el neologismo "soundscape" pretendió ser interdisciplinario y, consecuentemente, lleno de innitidez creativa:
Soundscape, paisaje sonoro, esfera sonora o paisaje audible. El término central representa a todo el continuo de música, habla, ruido, incluyendo los sonidos sintéticos y el silencio. La disciplina ecología acústica aborda al ser humano y su relación con lo audible como campo central de estudio. El ser humano no es el objetivo de los estímulos, sino el intérprete de su mundo perceptivo. Desde R. Murray Schafer los ecologistas sonoros se diferencian de la acústica tecnológica y la medicina, así como de la música experimental (concreta) de ruidos, a través del cuidado de oídos [N. del T.: "ear-care", en el original] para los espacios acústicos vivientes. Su percepción no es la del objeto sonoro libre, sino la del acontecimiento sonoro vivido. Los sonidos traen mensajes, conexiones con la vida cotidiana y sentimientos. El oyente participa en la composición de su medio ambiente acústico, que entiende como habla: lenguaje sonoro [N. del T.: Klanguage, en el original. Juego de palabras entre Klang = sonido, en alemán, y language = lenguaje, en inglés].
El investigador sonoro sueco Ola Stockfelt dice: "Oír es componer. El oyente y sólo el oyente es el compositor de la música".
La compositora alemana-canadiense Hildegard Westerkamp, antigua asistente de investigación de Schafer, se ha hecho conocer entre tanto como educadora de la audición en Europa, Brasil, India y Japón, a través del desarrollo de trabajos para una audición abierta. En el movimiento del paisaje sonoro -quizás sin proponérselo- influyó decisivamente sobre la especie de la composición con sonidos ambientales ("environmental composition"). "Soy compositora, reciclo sonidos." Sus obras son refinadas imágenes sonoras y a la vez mensajes ecológicos acerca de la fragilidad de la naturaleza, el oído y la comunicación humana.
El profesor Barry Truax, renombrado compositor informático e investigador, desarrolló el concepto del paisaje sonoro, en el sentido de Schafer, como comunicación acústica: un amplio análisis interdisciplinario de sonido y significado, cultura y sociedad, tecnología y composición digital. Los paisajes sonoros digitales son, en opinión del compositor, escenarios de ensayo para la vida en futuros mundos sensibles. Un devenir de los sonidos antes de ingresar a la realidad.
Pero aún después de 30 años de una práctica e investigación sobre el paisaje sonoro parece que la brecha entre una utopía del silencio y el ruido sigue siendo igual de grande. El sonido y el ruido siguen siendo perspectivas interrelacionadas. La investigación sobre paisajes sonoros "real", como síntesis entre arte y ciencia, estableció un influyente inicio a partir de la educación sonora, los paseos sonoros y la argumentación fundada y crítica.
La red que ha crecido rápidamente en los últimos años de los "paisajistas sonoros" [N. del T.: "soundscapers", en el original] deberá comenzar a influir desde todos sus epicentros en nuestra esfera sonora global, en la comunicación y el discurso, diseño y arte, o, mejor aún, en algún lugar intermedio, en tanto "audio virtual" y mensaje ecológico en la frontera del ciberespacio.
El investigador musical Helmut Rösing dice escépticamente en el Manual de Psicología Musical: "La realidad acústica muestra que aún estamos muy lejos de ese pensamiento de ecología sonora. (...) Todas las medidas de diseño sonoro hasta la 'estetización del medio ambiente', intentan solamente curar la superficie de nuestro paisaje sonoro, sin eliminar los síntomas. Sólo una profunda transformación de la sociedad, y no el diseño sonoro o la ecología sonora, será en última instancia capaz de mejorar nuestro paisaje sonoro cotidiano."
Bibliografía